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31 de enero de 2018

Mutación

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La luz filtrada de la mañana es un enunciado de la impermanencia. El sol, tamizado de una bruma acrisolada no alcanza a caldear los laberínticos senderos de la existencia.
Seres mutantes despiertan con el alba, o quizá nunca durmieron. Avanzan, descarriados por las laderas de sus propios infiernos, como Dantes atormentados por visiones imposibles, por premoniciones inquietantes.
Ayer es un recuerdo vago de una memoria amnésica y descabezada, afligida por trascendentales cambios que erosionan sin pausa el pensamiento dolorido, desasistido, desolado.
Nuevos corceles avanzan desbocados creando tendencias, apuntándose a la novedad con ínfulas de suficiencia. Es un tiempo de derrotas imposibles, de navegaciones por aguas ignotas, sin cartas ni estrellas. Los pilotos, en otra época comprometidos y sabios, han sido reemplazados por ignorantes engreídos, la construcción compleja y artificiosa de la civilización se desmorona como castillo de naipes a una velocidad vertiginosa.
El Bosco nos mira más de cerca que nunca, presintiendo horrores desde los rostros horrendos de nuestros semejantes, semblantes deformados en almas maltratadas, miradas recelosas, seres arrogantes, individuos alzados sobre sí mismos incapaces de alcanzar el suelo.
Un deterioro persistente, tenaz, se ha instalado en la esencia de la vida contemporánea, en lo social, en lo político, en lo privado y en lo público. Del orden al caos, un caos atávico, desprovisto de toda ética, de retorcida moral.
El pensamiento simple pesa, aplastando todo principio de duda con rutilante estulticia, alisando el horizonte, aligerando la reflexión hasta convertirla en ideología, en principio de enfrentamiento entre iguales, en tiranía de pequeños dictadores sujetos a su particular victimario.
La calidad del mundo se deteriora rápidamente, tan rápido como progresa la tecnología y el antipensamiento; los ecosistemas, el clima, el aire y el agua, los derechos, la libertad, el nivel de vida. Un mundo en el que cunde la desigualdad, el desprecio por el otro, la economía extractiva y excluyente, el control y la vigilancia, un mundo en el que prospera el Miedo.
La M30, arteria rápida de la ciudad, plagada, atascada como cada día por vehículos con un solo ocupante. Es la jungla, un reflejo de una sociedad en extremo individualista, complacida de su propia imperfección incuestionada, nadie renuncia a su parcela privada de locomoción. En medio de esta selva, pilotos de GTA serpentean entre el tráfico incapaces de escapar del video juego, saltan carriles, sorprenden con sus maniobras al resto de conductores, otros más empanados permanecen atentos a sus teléfonos que se han convertido en una extensión de sí mismos.
El metro, las calles están repletas de ciudadanos relegados a una realidad distante, la que dictan unos aparatos tecnológicos, que los mantienen hiperconectados a todo tipo de basura que se esparce en las redes sociales, el mundo fenoménico se ha vuelto invisible, irreal, porque los seres que lo habitan transitan por mundos virtuales, menos exigentes, más simples, más quiméricos.
El regeton mató a la estrella del Jazz, el MP3 socavó la HIFI, los tuits acabaron con la poesía, Facebook con la intimidad, la hiperconexión nos desconectó de nuestros semejantes, la democracia nos condujo a la tiranía de las  élites y los lobbies, la universalidad de la educación nos ha hecho maleducados, la libertad de pensamiento y expresión desemboca en el albañal del linchamiento y la descalificación del “enemigo”, la justicia se despacha en la plaza pública de los medios con presunción de culpabilidad, el feminismo se acerca peligrosamente a aquello que denosta, la libre elección es optar entre unas pocas posibilidades, la cultura es un negocio de necios, la diferencia se maltrata en el culto a una imposible igualdad.
El Universo cambia, todo muta, nada permanece, y en nuestro pequeño mundo la mutación, como la imaginación, produce monstruos.

9 comentarios:

bassho dijo...

Muchas de las cosas que nombras y expresas las siento de forma similar. Utilizas un lenguaje minuciosa y que busca la exactitud, profundizas con metáforas e imágenes para encontrar realidad y respuesta.
Hay una frase que he encontrado recientemente, dicen que es de Leonard Cohen, es algo así como: "En todas las cosas y situaciones hay grietas por las que entra la luz".

palabrerías dijo...

Me gusta esa frase "En todas las cosas y situaciones hay grietas por las que entra la luz", así lo veo yo también, la luz que al fin lo impregna todo, sin embargo es cada vez más frecuente que la luz esté teñida por el color del cristal de cada burbuja ideológica, como si nos hubiesemos privado de nuestra capacidad de pensar, porque una serie de de "ideas" simples reemplazan más facilmente al pensamiento complejo. En un mundo en el que nada es tan simple como para entenderlo con una simple explicación, olvidamos o quizá nunca hemos terminado de comprender que la existencia, como la creación en su conjunto, es un sistema complejo, un ecosistema relacionado donde el simplismo es una condena al no entendimiento a la incompresión manifiesta.

Sirenoide dijo...

Qué curioso Bassho, justo esa frase de Leonard Cohen está en la línea del comentario que hiciste en la entrada anterior "Umbral" y me ha hecho pensar que quizá esas grietas son los umbrales que vamos traspasando cuando la oscuridad nos atenaza...en todas las cosas y situaciones.

El caso es que respecto a esta interesantísima reflexión de Palabrerías en "Mutación" con la que coincido en su mayor parte, se me ha cruzado esta otra frase que me parecía muy adecuada:
“La humanidad no puede vivir sin ideales. Si no tuviera más ideales, habría habido una mutación de la especie. Hay momentos de ceguera e inconsciencia, pero uno se puede despertar de esos momentos.” Tzvetan Todorov

Sin duda muchos sentimos que vivimos en tiempos de ceguera e inconsciencia pero, ¿es demasiado inocente seguir creyendo que podemos despertar, mirar y ver? Sigo creyendo en el ser humano aunque cada vez tengo menos argumentos. También es cierto que veo esa capacidad de análisis, reflexión y pensamiento libre en algunos, pero parecen los menos...
¿Hacia dónde nos lleva esta corriente de división, conflicto y simplismo? ¿acaso es posible sustituir nuestra capacidad de pensamiento libre y complejo, nuestros ideales por "packs ideológicos"? Así parece y resulta desolador.


bassho dijo...

Escena suburbana

Suena en el pasillo suburbano un ritmo tropical, cafetero, acompañando los trinos de una enorme arpa mejicana.
Fuera llueve, a veces con nostalgia, con furia también.
En el andén perfiles de gente seria y segura, volátil de esperanza.
Se apelotona la prisa y las miradas en la escalera mecánica que sube o baja pesadamente: Adelantan unos, otros se apartan y descansan.
Dentro del vagón, en pie, leo versos de un poeta como Darío, empalagoso en ocasiones, pero también luminoso: poemas sublimes, coloridos, a punto de romperse por la tensión de tanta imagen y metáfora.
Para no aburrirme combino con John Banville, que gusta tanto de un lenguaje exquisito y sobrecargado.
Todos los sentados van dormidos o en sus teléfonos capturados.
Los erguidos se apoyan en paraguas goteando.
¡Qué escalofrío de masa indiferente!

bassho dijo...

¿Solo con entretenerse basta?


¿Basta solo con mirar que hace un día soleado por la ventana?
¿Con leer un libro medianamente escrito,
o bien escrito y medianamente literario,
o literario y medianamente obra de arte?

¿Quién se resiste y a quién?
¿Cuál es la sorpresa que nos aguarda
y esperamos desde hace tanto tiempo?

¿Dónde se nos ha prometido el paraíso
que creemos merecer?

Poseemos lo que no tenemos:
el silencio y la acción.

palabrerías dijo...

Qué escrito más desafiante, hay algo de desafío inquieto en esa mirada que te recorre, un inconformismo casi disidente, un atisbo escapista y fugaz. Es cierto este entrenimiento, tan común, mientras la vida nos vive, esta espera de una sorpresa o de un tiempo mejor, como si existiera ese tiempo.
Poseemos lo que no tenemos: el silencio y la acción, pero también nos posee el delirio de lo que no tenemos, haciendonos esos seres incompletos que aguardan, esos entes que se resisten a vivir más allá de la lectura de un libro, más allá de la contemplación del sol por la ventana, seres inmersos en nuestro particular mito de la caverna.

Sirenoide dijo...

Me surgen varias cuestiones al leerte Bassho...¿a quien le importa lo que baste para unos o sea insuficiente salvo a uno mismo? Supongo que me he preguntado si a mí me basta con mirar por la ventana si hace un día soleado o con leer un libro juzgando si está bien, mal o regular escrito. Las respuestas serán tan variadas como las personas o los momentos vitales en que nos encontremos.
"OJALÁ VIVAS TODOS LOS DÍAS DE TU VIDA", no se me ocurre mejor deseo. Implica presencia, conciencia, ausencia de juicio. Implica SER. Y supongo que en ese ser y/o estar en la vida, habrá días en que podamos disfrutar y sufrir la vida y otros en que nos estaremos cuestionando todo y a todos.

Por último, disintiendo de ambos, yo creo que no poseemos nada, ni lo que tenemos (porque creemos tener, pero no es más que una ilusión) ni de lo que carecemos. Somos desposeídos y probablemente uno de los factores que más influyen en el sufrimiento humano, tanto individual como colectivo, parte de la resistencia a aceptar que no tenemos nada salvo a nosotros mismos. A lo mejor, el desapego podría servir para dejar de pensar que somos esos "seres incompletos que aguardan" de los que habla Palabrerías. Aguardar...otro gran tema ese de las expectativas que también veo implícito en tu texto. Las expectativas pueden ilusionarnos y ser un factor potenciador o derrumbarnos porque jamás nada va a ajustarse a lo que esperamos. Ese es otro capítulo que me encantaría que debatiéramos también.

Gracias como siempre a ambos por abrir esta trascendental senda del cuestionamiento tan denostada en estos tiempos.

bassho dijo...

Para mí, más que el desapego, me asombra esa "sustancia" a la que llamamos amor, tan misteriosa, peligrosa, consistente, aparentemente frágil, a veces, pero que define la estructura de este universo y de los seres que poblamos sus rincones.

Anónimo dijo...

Enhorabuena, encuentro el blog muy interesante.
Abre muchas puertas. Es un placer leer. Gracias