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27 de agosto de 2015

Ecología

Oikos (casa) logos (tratado)

El hombre se relaciona con sus iguales y con el medio en el que vive desarrollando un proceso de adaptación inverso, una adaptación a sí. El desarrollo humano es una carrera hacia la construcción de un mundo ajustado a las veleidades humanas, convirtiendo la adaptación al medio en un medio adaptado.
El hábitat en que vivimos es la tecnosfera, un espacio artificial y tecnológico presidido por máquinas, tecnología y artificio. Es este un hábitat en el que se interrelacionan una gran diversidad de seres, la humanidad con un entorno cada vez más unívoco.
Las ideas también se desarrollan y relacionan con el entorno creando verdaderos ecosistemas; las religiones son ecosistemas perfectos donde los individuos se interconectan con símbolos e imágenes generadores de cuerpos de representación con los que habitan, conviven, a los que aman e incluso por los que dan la vida.
Las ideas cuando derivan en teorías, filosofías, ideologías generan su propia ecología y esta, puede ser una o la contraria dependiendo del entorno espacio temporal en el que se desarrolle, así las ideas que son adoptadas como imprescindibles en un lugar o en un tiempo, son rechazadas por completo en un lugar o tiempo distintos.
Dentro de esta gran tecnosfera carente de naturalidad, la sofisticación de las ideas es parte de una tendencia a la compleja artificiosidad. Las ideas más descabelladas toman protagonismo en un mundo, cuya complejidad extrema lleva a un alto grado de simplicidad mental en el individuo, un individuo que se encuentra incapaz de aprehender una representación de la complicada diversidad que lo rodea.
Las ideas más incoherentes cobran identidad en cuerpos ideológicos sin argumentos ni concurrencia de la razón, es la revancha del mito que se vuelve a imponer desde el corazón del logos.
Viejas ideologías vuelven con fuerza en nuestros días, pensamientos descabellados erradicados en siglos pasados regresan con intención de instalarse, tecnócratas y cientifistas hacen de su modelo dogma, repitiendo el patrón del pensamiento religioso que tanto abominan.

Como en todo ecosistema la supervivencia de las ideas necesita de un número de individuos suficiente para que crezcan e inteligencia, es decir, adaptación para que prosperen.

5 comentarios:

Sirenoide dijo...

INVOCACIÓN


Que no crezca jamás en mis entrañas

esa calma aparente llamada escepticismo.

Huya yo del resabio,

del cinismo,

de la imparcialidad de hombros encogidos.

Crea yo siempre en la vida

crea yo siempre

en las mil infinitas posibilidades.

Engáñenme los cantos de sirenas,

tenga mi alma siempre un pellizco de ingenua.

Que nunca se parezca mi epidermis

a la piel de un paquidermo inconmovible,

helado.


Llore yo todavía

por sueños imposibles

por amores prohibidos

por fantasías de niña hechas añicos.

Huya yo del realismo encorsetado.

Consérvense en mis labios las canciones,

muchas y muy ruidosas y con muchos acordes.

Por si vinieran tiempos de silencio.

RAQUEL LANSEROS

bassho dijo...

He leído el texto de Palabrerías de abajo a arriba (por casualidad) y me ha gustado. Me pregunto si serán textos distintos según el sentido de la lectura. Hay en él una gran capacidad de reflexión, una visión clara y precisa de ese mundo de las ideas que a mí me resulta tan resbaladizo.

Sirenoide, últimamente me preocupa observar en mí mismo esa pérdida de la ingenuidad, por eso pido yo también: "Tenga mi alma siempre un pellizco de ingenua". (También las demás cosas)

Sirenoide dijo...

Hola Bassho
Me alegra de corazón encontrarte de vuelta. Es curioso lo que comentas de leer el texto de abajo arriba, supongo que debe influir porque cambia la dirección y el sentido de las palabras, así como cambia el significado de un texto dependiendo del momento vital, del contexto, de cómo uno se siente…
Es llamativo observar cómo a veces leemos textos que parecen escritos por o para nosotros, cómo en un determinado momento algunas palabras se clavan en el estómago o la magia de un poema consigue conectar almas. Así que, supongo que efectivamente la forma en que leemos un texto condiciona en parte su significado.
Respecto a esa pérdida de inocencia de la que habla "Invocación", entiendo que, por momentos nos acucia a todos, y empezamos a creer que ya sabemos, que la vida no puede sorprendernos, que conocemos lo que queda por venir. Pero no. Cuando no planeamos, cuando fluimos y aceptamos lo que sucede, recuperamos esa inocencia infantil tan necesaria, tan ausente de la insistente ilusión de control adulta.

Llore yo todavía
por sueños imposibles
por amores prohibidos
por fantasías de niña hechas añicos.

Gracias a ambos por regresar, os echaba de menos.

bassho dijo...

Vía Láctea

¿Qué cataclismo se hubiera producido
en el universo
si no hubiera llegado a conocerte?

¿Qué Dios sería condenado
al fuego eterno
por pusilánime y despistado?

¿Quién, sin palabras, me habría hablado
del tacto sintético de un chubasquero
arropando tu piel seca?

¿Acaso alguien desbrozaría
mis pesadillas nocturnas
sin tu presencia dejada y constante?

¿Y qué otro guerrero atravesaría
mi coraza tantos años labrada
para herirme con un te quiero silenciado?

¿Qué suma, resta, división o producto
resultaría del vacío de tu ausencia
para terminar en una solución sin sentido?

¿No es esta congregación de estrellas
un misterio brillante y redondo
que constela la materia que ahora te moldea?

Sirenoide dijo...

Qué belleza de texto Bassho, qué hermosas preguntas sin respuesta, me ha encantado y me ha llegado muy directamente al corazón.
"mi coraza tantos años labrada para herirme con un te quiero silenciado"
Enhorabuena y gracias por compartirlo!